La guerra de 1895 estalló el 23 de enero de ese año, durante el gobierno del vicepresidente Miguel Antonio Caro, quien logró controlarla fácilmente en 53 días. 

La facción liberal que dirigió el alzamiento no pretendió soste-ner un conflicto prolongado, porque no existían los recursos ni las condiciones para hacerlo, sino organizar y ejecutar un complot contra el gobierno de Bogotá, que sería apoyado por liberales de Cundinamarca y de otros departamentos. 

Para el éxito del plan, se confiaba contar con el apoyo del pueblo bogotano y con el respaldo de tropas provenientes de los pueblos vecinos.

El golpe de la capital sería secundado por pronunciamientos en otras regiones de Cundinamarca y en la mayoría de los departamentos de la República.

Desde el anochecer del 22 de enero, los jefes guerrilleros de la capital, de acuerdo con las instrucciones, esperaron inútilmente la gente que debían comandar. Los pocos que salieron fueron acorralados por la policía y el ejército; hubo intercambio de disparos y persecución hasta la una de la madrugada. Los que no cayeron en manos de las autoridades debieron salir precipitadamente de la ciudad.